LA BUSQUEDA DE
MINAS DE ORO Y LA SED DE VENGAZA
DETERMINARON LA FUNDACIÓN DE CARACAS
Prensa Concejo
del Municipio Bolivariano Libertador, julio 22 2015. MR.- A propósito del
aniversario de Caracas surgen muchas historias, cuentos y leyendas sobre esta
controversial ciudad.
Entre las historias remotas, damos
con el relato que publica el cronista de
la ciudad, Guillermo Durand, en la revista Crónicas
de Caracas, con el título de “El Ominoso Oro en la Fundación de Santiago de
León de Caracas”, mediante el cual da cuenta de algunas motivaciones que
impulsaron la fundación de Caracas por Diego de Losada, el 25 de julio de 1567.
Durand nos recuerda que el Capitán
Diego de Losada traspuso el río Guaire un día de principio de abril de 1567
para dirigirse, junto a un grupo de conquistadores, “desde el sitio de Las
Adjuntas (El Paso de Losada), al llamado Valle de La Pascua para ultimar los
preparativos que los llevarían a fundar Santiago de León de Caracas, el 25 de
julio de ese año (…).”
Explica el cronista que antes de la
acción de Diego de Losada, muchos soldados españoles ya habían intentado en
vano “rehacer el destruido villorrio de San Francisco establecido en 1561, es
decir 6 años antes, por el conquistador Francisco Fajardo”.
Y en vano había sido la tarea de
esos españoles por la arremetida de los temibles indios Toromainas o indios
Caracas, quienes acabaron con la vida de esos soldados en defensa de su
territorio.
Nos refiere Guillermo Durand que de “alevosas
fueron calificadas aquellas muertes de cristianos” y en tal sentido, Losada
llevaba el propósito de honrar el herido orgullo de los conquistadores a manos
de los aguerridos Toromainas y para ello disponía de experiencia, pero sobre
todo de pertrechos, armas y ciento treinta hombres comprometidos con la sed de
venganza, el afán de gloria y la obsesión de localizar “las minas de oro”, de
donde se suponía Francisco Fajardo extrajo las muestras que había enviado a El
Tocuyo; lo cual, en apariencia, confirmaba lo dicho en 1546 por el Gobernador
Juan Pérez de Tolosa, cuando informó al Rey sobre la existencia de mucho oro en
el Valle de Caracas.
Tales razones vigorizaron la
conquista de ese “ignoto y peligroso territorio, lo que a su vez significó la
desventuras de Fajardo que terminará con su vida y apagará, en consecuencia, la
rutilante estrella que acompañó al mestizo conquistador” nos revela el cronista
de la ciudad, Guillermo Durand.
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