NACE LA HEROÍNA LUISA CÁCERES DE ARISMENDI

Prensa Concejo del Municipio Libertador, MR.- El 24 de septiembre de 1799, nace en Caracas la heroína, patriota y símbolo de la fortaleza humana ante la adversidad, Luisa Cáceres Díaz de Arismendi, hija de Doña Carmen Díaz y José Domingo Cáceres.

El 6 marzo de 1814, el infortunio llega a la casa de los Cáceres- Díaz, cuando las tropas del jefe realista Francisco Rosete asaltan la guarnición de Ocumare y matan al padre de Luisa. El 14 de marzo de ese mismo año, cuando es derrotada una tropa de Arismendi que auxiliaba a patriotas sitiados en Ocumare, el hermano de Luisa, Félix Cáceres, es hecho prisionero y ejecutado el 16 de marzo.

Cuatro meses después, el 7 de julio, durante la retirada de las fuerzas patriotas comandadas por Bolívar y José Félix Ribas de Caracas rumbo a Oriente, debido al avance de las tropas de José Tomas Boves, mueren cuatro tías de Luisa Cáceres. Algunos familiares de Arismendi se trasladan a Margarita, donde el coronel y Gobernador provincial, Juan Bautista Arismendi, les ofrece seguridad, les proporciona ropa y alojamiento. El 4 de diciembre de 1814, se casan Juan Bautista y Luisa Cáceres.

El General realista, Pablo Morillo, al frente de su escuadra naval, invade la isla y en 1815 se ordena la captura de Juan Bautista Arismendi, quien logra escapar y ocultarse con uno de sus hijos en la montaña Copey, pero el 24 de septiembre de ese mismo año, Luisa Cáceres de Arismendi, quien estaba embarazada, es tomada como rehén y encerrada en la casa de la familia Amnés, para presionar a su esposo. Luego es trasladada a un calabozo del Castillo Santa Rosa en La Asunción.

El Coronel Juan Bautista Arismendi emprende acciones que le permiten poner prisioneros a varios jefes españoles, entre los cuales estaba el comandante Cobián, de la fortaleza de Santa Rosa. Entonces, el jefe realista Joaquín Urreiztieta, le propone a Arismendi canjear a los prisioneros por su esposa, tal ofrecimiento no es aceptado y le manda a decir: “Diga al jefe español que sin patria no quiero esposa”.

El 26 de enero de 1816, Luisa trae al mundo a una niña que muere por las condiciones del parto y del calabozo en el cual se encontraba. Luego se ordena su traslado al fortín de Pampatar donde permanece algunos días, luego es trasladada a la prisión de La Guaira, y el 22 de marzo de 1816 al convento de la Inmaculada Concepción en Caracas.

Las victorias de las fuerzas republicanas comandadas por Arismendi en Margarita y por el General José Antonio Páez en Apure, obligan a el brigadier Moxó trasladar, vía marítima,  a Luisa a Cádiz, a la prisión de La Guaira y el 3 de diciembre 1816, en alta mar son atacados por un buque corsario que se apodera de todo el cargamento y dejan a los pasajeros abandonados en la Isla de Santa María en las Azores.

Imposibilitada de regresar a Venezuela, Luisa llega el 17 de enero de 1817 a Cádiz, y es presentada ante el Capitán General de Andalucía, quien protesta por el trato que recibió y le da la categoría de confinada. Allí se niega a firmar un documento para manifestar su lealtad al rey de España y renegar de la filiación patriota de su marido, a lo cual respondió “Yo soy incapaz de deshonrar a mi marido con la firma que se me pide. Su deber es servir a su patria y libertarla…” En marzo de 1818 el teniente Francisco Carabaño y el inglés Mr. Tottem la ayudan a fugarse, y el 3 de mayo de 1818 llega a Estados Unidos. El coronel Luis Rieux, enviado por Arismendi, visita a Luisa y la traslada a Margarita a la cual llega el 26 de julio de 1818.

El 19 de septiembre de 1819, el Consejo de Indias dicta una resolución en donde se le concede absoluta libertad y facultad de fijar su residencia donde quisiera.

Durante su unión con Arismendi, tuvo diez hijos. El 2 de junio de 1866 muere en Caracas esta heroína y sus restos son trasladados al Panteón Nacional, convirtiéndose en la primera mujer cuyos restos reposan en el más alto altar de la patria